I AM STILL HERE, BITCH.

                                                                    SO STOP IT.

From Lightest to Darkest

Cada día más enfadada con el mundo.
El mundo.
Me da igual, aquí sólo estoy yo,
Si levanto la cabeza veo cazadores furtivos.
Animales; cazando.
Tengo miedo, y callo.
Busco, la nada.
Nada me espera.
Nadie me aguarda.
Todos monstruos.

Estoy sola, no quiero hablar.
No quiero llorar.
Quiero creer que soy fuerte.
No lo soy.
Mierda; ya empieza.
Lloro.

Todo me molesta, más me da igual pedir un cambio con un "por favor".
A los animales se los adiestra, no se les ruega.
Todos monstruos.

Aturdida,
Tropiezo, me duele.
Eso me cabrea.
Joder.

Vale, me levanto.
Pero a medida que pasa el día me pesa más la chepa.
Y todo es así, un peso de más.
Quisiera deshacerme de todo.
Atrapada.
No puedo tirar del carro más.
Tengo agujetas de sufrir.

Hoy ha sido un buen día, hasta que salí de mi cuarto.
A las 6:40 de la mañana.
Así de corto y bueno ha sido el día.
No quiero salir.
Salgo.

Mientras más salgo ahí fuera,
más cerrada estoy aquí dentro.
Ayuda.
Ayúdame.
Déjame sola.

A veces solo quiero sentirme necesitada.
O amada.
Yo que sé, cualquiera de las dos opciones me valen.
No sé por qué, de repente, una relación como la que siempre hemos tenido no me es suficiente.
Siempre quiero más, más y más.
Intento no ser así y controlar mi hambre lo mejor que puedo, pero llegan semanas en las que la espera se me hace insoportable.
Se acumula el tiempo y un fin de semana no me sacia.
Quiero ser egoísta sin sentir la culpa.
Desearía una cercanía menos lejana.
Te deseo.

Es un juego...

de "Tira y afloja"
Y yo me tiro,
y aflojo la cuerda,
o la ato.
¿Qué quieres de mí?
Que me faltas y no sé qué estoy haciendo mal.
Cada vez más lejos, y más imposible de recuperar.
Se muere, se marchita.
Oh no, otra  vez no...
No te vayas, o no te quedes,
pero no te evadas, no me dejes.

Fóllame en la calle,
ámame en la cama.
Sudor,
lágrimas.

En un todo a punto,
tómame las ganas y,
quédatelas.
Quémalas.

Bésame la culpa,
y escúpela.
Quédate,
esta noche y las del resto de tu vida.

Te quiero;
para que te vayas si no te hago feliz.
Te amo;
como para ser capaz de hacer que te quedes,
y me hagas feliz.

Entonces,
¿me follas las ganas de amarte?

Temblando alargué el brazo y cerré mi mano sobre la primera piedra suelta que encontré en aquel saliente antes de la inminente caída. Cerré los ojos y mi cuerpo empezó a convulsionar el miedo a través de cada poro de mi piel. Abrí los ojos y todo continuó siendo negro, grité pero siguió siendo borroso. Todo era borroso. Pero el clavo al que me agarré no estaba ardiendo, y para mi sorpresa, tampoco se caía de la pared. No me caí. Y fue decepcionante. Estaba tan segura de que había cometido de nuevo un error que incluso me sentí llena.
Me dejé llevar creyendo y estando casi segura al ciento por ciento que no debía, que era un error. Pero no esta vez, no para mí. Esta vez y sin querer lo hice bien intentando hacerlo mal. Yo solo sé hacerlo de esa manera,es cómo me gusta vivir las cosas. Fatídicas, tentadoras, dolorosas. Me hacen sentir viva, me hacen sentir completa, me hacen sentirme yo misma.
Errar nunca había sido tan emocionante, mientras más duele mejor es. El amor es frío y es calor, es dolor y satisfacción, es blanco y negro, es el error convertido en acierto. Pude incluso sentir el éxtasis en la prolongación de mis dedos al pensar que me estaba ganando la entrada el infierno, pero estaba en casa, en mi hogar, a salvo, segura en mi propia especie de zona VIP reservada en el cielo, solo para mí y mi alter ego que creíamos que podríamos salirnos con la nuestra esta vez pero que con una sonrisa terminamos ajustándonos nosotras mismas las correas.
Más, por favor.